A reacciones necias…

A la espera que la presentación del libro diera comienzo y en un ambiente distendido y agradable, me presentaron a una persona. Su cara me era familiar, pues solía ir de vez en cuando a la sala de la biblioteca a sacar algún que otro libro y la había visto por allí.
Tras una corta conversación relacionada con la escritura y el interés desatado recientemente por la creación de blog, comenté, que yo misma había creado el mío hacia muy poco tiempo, saliendo a colación los escritos que en él realizaba. Cuando me preguntó ¿En qué trabajas? A mi respuesta, su cara reflejó inmediatamente cual debía de ser mi nivel de educación, de conocimientos y estudios. Solo le bastó la valoración del trabajo que desempeñaba, para determinar cuál debía de ser mi nivel educativo y por consiguiente mi nivel intelectual, y por su expresión, debía de ser mediocre o sencillamente analfabeta.
No era la primera vez que me ocurría y me era difícil entender como en el siglo XXI podía haber tantos estereotipos aún implantados en esta sociedad. Sociedad que se da de renovada y avanzada, pero que en realidad, siguen habiendo personas que interpretan que trabajar de  limpiadora, es igualmente proporcional a ser inculta.
Es cierto, que no poseo ningún título universitario, ni evidentemente soy “Einstein”. Pero me parece realmente insultante que el mero hecho de realizar un trabajo determinado, deba representar el nivel de formación y educación que se posee.
Estas personas solo me provocan cierta pena, ya que no son capaces de ver más allá de un puesto importante o un trabajo bien remunerado. Perdiendo la oportunidad de ver a las personas simplemente por su interior y sus valores.
Al final saqué lo conclusión, que estos individuos que solo son capaces de ver a través de sus clasicismo y estereotipos, dejan mucho que desear.
Como dijo Joseph Kapone “Hay genios sin estudios e idiotas con doctorados. La verdadera sabiduría no te la otorga un título, sino lo que haces con lo que has aprendido a lo largo de tu vida y la manera en como tratas a los demás”.